jueves, 5 de julio de 2012

"Tribulaciones de un pasante"

¡Por fin vacaciones! Merecidas. Ahora, a pensar sólo qué camiseta me pongo con el bañador y las chanclas. Después de aguantar todo el año con la herencia del petardo del Andrés, que ya le vale, qué manera de comerme la moral. Y qué recibo a cambio, malas contestaciones y  una mierda de sueldo. ¿Sueldo? jaja, ¡pero cómo te atreves a llamarle sueldo! Gana más tu hermano pequeño que siempre ha sido un vago. Pringao, que eres un pringao. Da igual, piénsalo bien, mamá estaría orgullosa. Creía que me venía abajo, de veras, pero soy todo un campeón, se lo he demostrado al jefe y a todos los de la oficina. Bufffff. Otro año más, sólo uno; celebraré otro cumpleaños con estos antes de ponerme solo y luego daré la campanada. Sí. Empezaré a cobrar como dios manda. Papá, piénsalo bien, estará orgulloso.


Nota: presentado en junio de 2012 al IV Concurso de Microrelatos sobre Abogados

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