A mí tampoco me gustan los lunes (IX)

Nada más ver en directo el gol de Benzema en el Reyno de Navarra, me dije: "Este gol me recuerda a uno de Marco Van Basten"; aquel delantero que tanto daño me hizo durante mi infancia cuando me dedicaba a ver una Quinta del Buitre que se "paseaba" por los campos de España y que llegaba a Europa y caía, una vez con el PSV en semifinales en el año 1988, en una jornada denominada Noche Negra de Eindhoven, y dos veces consecutivas con un Milan que contaba con tres holandeses espectaculares, entre ellos el citado Balón de Oro. Me trajo recuerdos, primero no muy buenos, luego mejores. Pero recuerdos -y nostalgia-, al fin y al cabo, de la vida en los años 80, cuando sólo había tres canales de sintonización manual en la televisión de grande, prominente y exuberante culo, y nos reuníamos la familia en el salón de estilo tipo cuéntame, para disfrutar y sufrir, todo hay que decirlo, de aquellos inalcanzables tiempos.

Raúl sigue jugando al fútbol

Suerte para mí, y para todos los aficionados madridistas, que diez años más tarde, otro chaval salido de la cantera se convirtió en el alma del equipo blanco -ya lo lleva en el apellido-, cambiando así el rumbo de la historia del Real Madrid. Chaval -ya no tanto- que sigue jugando y dando lecciones, sobre todo de trabajo, confianza y calidad, por tierras teutonas. Ahora se cruza con los equipos a los que tantos goles les ha metido, en lo que recuerda a otra época, y que, ahora, sigue metiendo. Le complicó el partido del jueves a un gran Athletic de Bielsa  que fue capaz de darle la vuelta al marcador (terminaron 2-4), mostrando una gran eficacia los jóvenes jugadores del equipo vasco.

No me gustan los goles del vídeo, me flipan. El gol de Van Basten parece más complejo por el menor ángulo a la portería. Le pega a la pelota con todo el empeine. La dificultad en el de Benzema está, además de en el ángulo, en el cambio de trayectoria debido a la fuerza  a la que va el centro. Le pega con el empeine interior.

Esta semana se resuelven las eliminatorias que tanto esperamos. La ciudad de Barcelona es visitada por el AC Milan, que a mi entender no le llega a la suela de las botas a Messi y Cía. Pienso que al equipo italiano les puede caer un repasillo  ante el campeón -una especie de suerte parecida a la acaecida por el Madrid a finales de los ochenta, donde el Barça hace las veces del Milan de Sacchi-.

El Real Madrid tiene la eliminatoria resuelta frente al Apoel de Nicosia tras el 0-3 del partido de ida en tierras chipriotas. Podrá descansar Cristiano sus jamones -aunque dudo que lo haga- tras su exhibición de dos goles y dos asistencias frente a Osasuna. Señalarse el pernil para festejar un gol es mejor -y más simpático- que hacer monerías o bailecitos ridículos. ¡Cómo la pega este pedazo de animal!

Tras hablar de las grandes estrellas de fútbol, quiero virar hacia el fútbol más terrenal de 2ª B. El Mirandés ya tiene asegurado jugar el "playoff" de ascenso cuando aún restan seis jornadas para terminar la liga. En el grupo I, la cosa está más que apretada; se lo juegan todo en la recta final. El RM Castilla parece que pierde fuelle antes de visitar Lugo -segundo con un partido menos- y Oviedo -a un punto del Albacete, que es cuarto-. 

Veinte euros hubo que soltar para ir a ver el partido Montañeros-Lugo. Se me antoja un poco caro para la categoría y para el campo de hierba artificial. Harán una buena recaudación cuando vengan de Asturias los azulones, aunque tendrán que pensar en meterlos en otro estadio. Suerte para los aficionados visitantes venidos de Lugo que, siendo mayoría, vimos cómo nos llevamos la victoria con un gol de falta de Luismi -debió pitar penalti el árbitro-, que recuerda a los que le meterieron a Casillas tanto Cazorla como Senna. Da gusto ganar en el último minuto.

Y como nota negativa de la jornada, siempre hay quien viene a joder la marrana; existen auténticos "aficionados cenutrios" que no le hacen ningún favor al mundo del fútbol: no me gusta que la gente no pueda asistir a los estadios con las camisetas y las banderas de sus equipos. ¿Por qué tiene que molestarle a nadie?