lunes, 23 de abril de 2012

A mí tampoco me gustan los lunes (XI)

Salimos de una apasionante semana para entrar en una mejor. Se deciden los finalistas de la Champions. Creo,  y lo digo antes de que jueguen, que es muy posible que pasen Barça y Madrid. Apuesto por ambos; son mejores que el Chelsea y el Bayern. El Barcelona, con un poquito de puntería, les mete tres o cuatro a los ingleses -bien los pudo meter el miércoles pasado-.
¿Alguien no se ha enterado de que el Real Madrid ganó en Barcelona por 1-2? Difícilmente. Cristiano no se da por vencido ante el número uno del mundo. Si el Real Madrid gana en Europa, sonará muy fuerte el nombre del portugués para el Balón de Oro. Las cosas son así. Yo trato de disfrutar de los grandes jugadores y, para ello, intento abstenerme de los sentimientos inherentes a la camiseta de mi equipo. Muchos no pueden disfrutarlo y, porque les ciegan los colores, sólo ven lo que les interesa ver. Ellos se lo pierden. Una pena.
No deja de sorprenderme el equipo de deportes de "Tiempo de Juego". La llamada a la Casa Rosada de Buenos Aires haciéndose pasar por su Majestad el Rey Don Juan Carlos para presentar su malestar por la expropiación de Repsol es buena prueba de ello. Cuando escuché esto en la radio, no podía contener ni la risa, ni los nervios, infantiles y, a la vez, ajenos. A Pepe Domingo Castaño le tienen que pagar un plus por peligrosidad. Sí, peligro de infarto. ¡Pero qué mal lo pasó el hombre!


Cambio de tren. Me bajo del AVE  y me subo a la locomotora de Stephenson. Sentado en el incómodo asiento de mi vagón, ahora leyendo un libro, ahora buscando ofertas de empleo, bien porque no tengo, bien porque quiero algo mejor, miro y veo a través del cristal de la ventana. Veo recortes en educación, recortes en sanidad. Recortes, recortes. Recortes en las relaciones entre la clase política. Recortes en la independencia de RTVE, recortes en la credibilidad de la Casa Real. Recortes en todo, excepto en la obligación de arrimar el hombro de la población. Ellos utilizan el eufemismo "petición", pero no es así, nos lo exigen sin preguntar. Hay que apretar el cinturón, desde luego, porque se nos caen los pantalones por tanto recorte. A doble vuelta va el cinto. Y estirando.
Me preocupan las decisiones que toman los políticos. No los políticos. No se importará de Argentina soja, por ejemplo. Que se jodan, podemos pensar, se lo tienen merecido. Pero veamos más allá. ¿Para qué sirve la soja? Pues además de incluirla en nuestra dieta alimentaria desde hace bien poco, es alimento fundamental para los animales. Oí a un ganadero decir que ahora tendría que comprarla en otros mercados y que se le encarecería mucho. Bien. Si los precios de la soja suben, pueden ocurrir dos cosas: o sube el precio de la carne o el ganadero asume ese incremento del coste reduciendo su beneficio. ¿Puede asumir ese coste?.
Y es que a perro flaco, todo son pulgas.
Nuevo transbordo, subo otra vez al AVE: al deporte, que es lo nuestro. Me gusta ver cómo Nadal vence frente a Djokovic en Montecarlo. La tierra batida es Territorio Nadal. Se avecina una guerra en París.
Me gusta disfrutar de los partidos europeos. ¿Apostamos por dos finales españolas en Europa? Ahí va mi apuesta. Final Europa League: Valencia- Athletic. Final  Champions League: Real Madrid- Barcelona.
Ah, ¿que ganó el Atlético de Madrid el partido de ida frente al Valencia? Mantengo mi apuesta. Pasa el Valencia. Discrepo con lo que dijo mi querido Roberto Palomar sobre que nuestra liga no era la mejor. Roberto: o tenías sueño ese día o no estabas, para nada, inspirado.
No os olvidéis, hoy es un buen día para comprar o regalar un libro. Feliz San Jordi o San Jorge, como queráis. ¿Sabíais que se celebra el día del libro porque el 23 de Abril de 1616 murieron oficialmente Cervantes y Shakespeare? 

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