lunes, 11 de junio de 2012

A mí tampoco me gustan los lunes

De veras que hay días en los que ver un telediario es desolador. En el mismo programa informativo nos muestran una tras otra noticias como las de los enfrentamientos entre los mineros y los policías de León  o las protestas en el sector naval en Ferrol, por poner algún ejemplo. Para cambiar de canal y pasar de todo, vamos. Pero lo que más me impactó esta semana han sido las hostias impartidas por el neonazi griego en un debate en la televisión -todo un patrón a seguir-. Hostias como panes. Seguro que ya las habéis visto, pero por si se os han olvidado, ahí os las dejo. Ni Manny Pacquiao!



Gracias que al día siguiente me encontré con una noticia bien diferente: un barrendero que pasa todos los días por delante de un colegio y se para un minuto para saludar a sus jóvenes alumnos.


¡Es bien simpático!

Esperábamos ufanos los amantes del deporte español la llegada de este fin de semana, tranquilos pero excitados, para darnos un festín de gozo y regodeo. Pero, ay, se nos ha visto emborronado por la reunión del Eurogrupo y la noticia del Rescate. De Guindos habla de ayuda financiera, préstamo, de entre 40.000.000.000 y 100.000.000.000 EUR. Nada de rescate, porque no influye en la política económica, ni fiscal ni macroeconómica; es decir, no imponen condiciones desde Bruselas. Y lo más importante es que tenemos que tener claro que la sociedad no paga el pato, sino que son los bancos los que tienen que pagar y  son los que van a pagar. De guindos deberían haber colgado a más de uno. Lo bueno es que se exigirá que se preste, ojalá llegue a las pymes, a los autónomos y a las familias; así crecerá el empleo.
Rajoy dice que no es un rescate, pero sí lo es, ¡no pasa nada!, sino una línea de crédito de Europa para los bancos, y eso no es cierto. Siempre eufemismos. La pasta se presta al Estado español, firma el Gobierno, luego éste hace que llegue a los bancos a través del FROB. Condiciones generales del contrato -letra pequeña-: no las sabemos; dicen que sólo financieras -intereses, que no se sabe si acabarán computando para el Déficit o sólo para la Deuda-, pero no me creo que, al menos, sean también fiscales ¿O acaso el IVA no se va a tocar? Veremos.
Europa es Europa y para mí que a largo plazo se estudiará en los libros de historia aquella época en la que había cierta unidad entre los países que así lo deseaban, que compartían una moneda llamada Euro y que podían circular por allí más o menos libremente mercancías y personas. Pero de unión política nada; España será España, Francia, Francia y Alemania, Alemania. Que ya empiezan a bufar que si su prima de riesgo se verá perjudicada. Un huevo les importa a ellos lo que aquí pase. Lo mismo que a nosotros lo que a ellos les ocurra. Solidaridad. Ya.
¿Todavía así? ¡Venga rápido un cambio de calzado!: dejo los zapatos de vestir utilizados en el parqué de las ruedas de prensa del fin de semana, y piso la arena de la Philippe Chatrier de Rafael París, digo Nadal, con unas zapatillas personalizadas. Sin apenas tiempo para sentirme cómodo y, como consecuencia de la lluvia que hace que se suspenda el partido -estaremos atentos al desenlace final- me enfundo las botas para saltar al césped de los terrenos de juego de Polonia y Ucrania, y de aquellos que aspiran a ascender de categoría lejos de la gloria de jugar una Eurocopa.
Tan acostumbrados estamos de ver ganar a los nuestros que  menuda leche nos vamos a pegar cuando no sean capaces de hacerlo. Cuando oigo críticas a la selección de fútbol, me río por dentro; y es que todo es relativo, y qué vista tan diferente puede haber sólo con cambiar de perspectiva.
Pues nada, hace tiempo, un empate contra Italia en el primer partido de una competición hubiera parecido un buen resultado, pero ahora, ¡ay, ahora!; tenemos que ganar de tres y dando un repaso a esos mierdas, que somos los Campeones del Mundo. Todos llevamos un seleccionador dentro, ¿no? Como tal, yo apunto que si llevas tres delanteros es para jugar con un 9. Si no, haber dejado alguno en casa  y santas pascuas.  Ya ves, yo también critico. Ah, Iniesta de mi vida, qué bueno eres. Gracias por dedicarte a esto.


Y no me olvido, no, de mi querido CD Lugo que puso, dicen en la prensa deportiva, la muralla de la ciudad en el campo del Baleares. Que lleven también a los ejércitos romanos para el partido de vuelta contra el Cádiz, que se dispongan en formación tortuga, que se revienten, que se partan el pecho, que se dejen la vida, pero, sobre todo, que pasen.
Vaaamos, Luuugo vaaaamos!!


2 comentarios:

  1. mejor quedarse con lo bueno de la semana!lo demás da miedo!

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  2. Desde luego que o nos quedamos con lo bueno o no se vive!

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