A mí tampoco me gustan los lunes (XIII)

Sopla aire fresco en Europa. Dejaremos de ver a Sarkozy en la tele en detrimento de su rival político durante los últimos tiempos; una nueva cara que atiende al nombre de Hollande. Más fuerte y peligroso -hasta miedo me produce- es el viento huracanado que abanica los cimientos del país donde nació la democracia, que es cuna de nuestra civilización. Avanza, como digo, una estrepitosa ventisca desde el sureste de Europa: la llegada al Parlamento heleno de un grupo neonazi denominado "Amanecer Dorado" o "Aurora Dorada", según la transcripción. Ya sólo el nombrecito dice mucho -pincha en el enlace ahora mismo si no lo has hecho ya, hay un vídeo que no puedes dejar de ver-. 

A la derecha: Nikolaos Michaloliakos

Bienvenido, ¿cómo te sientes? En fin, proliferan como las setas los radicales de ultraizquierda y ultraderecha y ultratodo. Pavor, ¿verdad? Pasemos a otro tema algo menos escabroso.

Una pasta nos habrá costado la reunión de los miembros del BCE. Seguramente hayan gastado más en seguridad de lo que somos capaces de imaginar. Y todo ello, a gastos pagos, por supuesto. Pudiendo ahorrar en estos tiempos en los que está tanto de moda la austeridad, pudiendo quedar para charlar por videoconferencia a través del ipad, pudiendo aplicarse el cuento: ¿por qué tantas ganas de verse? Y atención, que en España nuestro presi está dispuesto a salvar a la Banca con dinero público, para que fluya el crédito, claro. Si valor no le falta; los tiene bien puestos. Ahora bien, le importa un huevo cómo de exprimidos queden nuestros atributos. Y donde dije digo, digo diego. Y yo me pregunto: ¿dónde está el dinero? matarile-rile-rile, ¿dónde está el dinero? matarile-rile-ron, Chimpón.

50 goles

A otra cosa mariposa que nos dirán que tenemos la piel muy fina -me imagino que en referencia a la sensibilidad de la misma-, tal como le parece a Guardiola tras las críticas recibidas la pasada semana. Se reafirma en lo manifestado, declarando: "No me arrepiento de lo dicho, tienen la piel muy fina". La sutileza para ofender, o al menos para intentarlo, es exageradamente buena, como la cerveza galaica que todos conocemos. Fiesta y justa celebración en el Camp Nou para el meritorio Guardiola, adornada por otra grotesca, para los rivales, espléndida y formidable, para el público en general, exhibición de Leo Messi, que marca cuatro goles más y se corona como mejor goleador de la Liga con 50 goles, quedándole aún en la recámara, estoy seguro, algún que otro disparo para aumentar la cuenta anotadora, que esto parecen, ya, números de jugador bueno de baloncesto. Parece relegado al segundo puesto un Cristiano luchador, que en otro tiempo sería el número uno indiscutible del panorama futbolístico mundial. Pero qué grande, a la vez que injusto, puede parecer el fútbol, relegando a semejante bestia a un peldaño más abajo del templo de los dioses. Mismos dioses que deciden entre semana el rey de la Europa League, que seguro será proclamado Soberano con indumentaria blanca y roja.

Que los dioses nos protejan de los vientos huracanados que acechan nuestra tierra. Amén.