A mí tampoco me gustan los lunes (XV)

Turbulencias en España: "La crisis basura". 

La crisis no enflaquece, sino engorda, como la juventud alimentada a base de happy meals y krispy burgers. Pasar a comer ensaladas y ver en unos días los resultados es harto difícil; eliminar lípidos es costoso y necesita tiempo, y debe hacerse ejercicio porque si no, la figura resultante de la dieta puede ser estrambótica, quedando pieles colgantes donde no debería de haber nada y siendo el reparto de carnes erróneo y dañino para la salud y la vista. El lugar en el que vivimos parece que está quedando así; feo. Se recorta de zonas que no se deberían ni tocar y se descuidan aquéllas que ayudarían en gran medida al propósito final de ponernos guapos. Tengo la apreciación inequívoca e insana de que la crisis sirve a unos pocos para enriquecerse y, parece mentira, con la seguridad de que a alguno no le interesa que termine. Nos están dejando como a la cara de Michael Jackson. Y aquí hago una paradinha,  y driblo hacia un costado para irme del defensor de la crisis y recordar a dos grandes cantantes fallecidos en los últimos días, Donna Summer y, la voz de los Bee Gees, Robin Gibb.
Quedémonos con la parte bonita del planeta. Me gusta el eclipse anular de sol que se ha podido ver desde el sur de China hasta la costa oeste de EEUU.

Giro sobre mí mismo y encaro la portería del ascenso a segunda división, donde 16 equipos luchan por cuatro plazas. Una parece reservada para el Castilla, que ganó 0-3 en Cádiz y ganando su eliminatoria estaría en Segunda. La otra plaza directa será para el, tan conocido este año, Mirandés o para el Atlético Baleares. Luego, los 2 equipos que pierdan estas eliminatorias se sumarán en la segunda ronda a los otros seis ganadores. Para terminar, habrá una tercera y última ronda en la que los vencedores se llevarán el, tan trabajoso, premio del ascenso. Espero poder volver al Ángel Carro en los próximos días para ver al Lugo de Quique Setién.
En la carrera hacia la Primera División, el Depor se trastabilla en la recta final a meta, mientras que Celta y Valladolid se codean al borde de la sanción por obtener una segunda plaza que les evitaría el tener que seguir corriendo al lado de otros competidores. Y es que el que llegue primero gana, pudiendo dejar de correr.

Y la verdad, se me olvidaba que se jugó la final de Champions el sábado, donde se ha demostrado, otra vez, que el fútbol es mucho más que jugar bonito, y que se puede ganar de muchas maneras, aunque pierda fuerza el espectáculo. Con ganas nos quedamos de ver otro duelo más entre el Madrid y el Barça.