miércoles, 28 de marzo de 2012

El viejo y el mar

Ernest Hemingway recibió el Premio Pulitzer por El viejo y el mar en 1953. Al año siguiente le otorgarían el Premio Nobel de Literatura por toda su obra. Hemingway perteneció a un grupo de escritores norteamericanos que participaron en la primera guerra mundial y que vivieron en Europa, principalmente en París, desde 1914 hasta la Gran Depresión. Esta pluralidad tan heterogénea de novelistas recibió el nombre de Generación Perdida, surgida a raíz de la expresión que Gertrude Stein -que hacía las veces de mecenas de escritores y artistas como Monet, Renoir o Picasso-, también escritora y autora de la frase "una rosa es una rosa es una rosa", utilizó en una conversación con Hemingway para referirse a ellos: "You´re all a Lost Generation", frase que el propio escritor se encargaría de popularizar en sus obras Fiesta y París era una fiesta. En este grupo aparecen nombres tan reconocidos como John Dos Passos, Faulkner, Steinbeck y Francis Scott Fitzgerald, entre otros. El ambiente de la época en torno a esta serie de artistas la supo plasmar con gran maestría Wooddy Allen en su última película, ganadora del Oscar al mejor guión original, Midnight in Paris.


Ernest Hemingway


Esta breve, cortísima, e intensa novela, fue adecuada al séptimo arte en diversas ocasiones. La primera adaptación, The Old Man and the Sea, data de 1958; aquí Santiago, el pescador sin suerte, es interpretado por Spencer Tracy. La película ganó el Oscar a la mejor banda sonora.


En su segundo rodaje, The Old Man and the Sea (TV)-(1990), grabado esta vez para la televisión británica, el encargado de darle vida al viejo marino es Anthony Quinn. 

La última vez que se realiza una adaptación de este drama marinero es en 1999. Pero, en este caso, en forma de cortometraje de animación. Aclamada por el público,  The Old Man and the Sea (Roujin to Umi) de Aleksandr Petrov obtuvo el Oscar al mejor corto de animación. Si uno no quiere "perder" dos o tres horas leyendo el libro, quizás sí esté dispuesto a dedicarle 20 minutos a este magnífico corto adaptado. Aunque lo mejor, como casi siempre, es leer el original y, después, ver qué es lo que se hace con ello.

La lucha de un hombre al límite de sus posibilidades; el esfuerzo llevado hasta la extenuación por conseguir un objetivo; la sabiduría de la vejez; el castigo por la toma de decisiones erróneas; el arrepentimiento; la suerte; la memoria; la obstinación; la perseverancia. Todo ello, y mucho mucho más, está en El viejo y el mar. 

2 comentarios:

  1. Yo lo leí en inglés en bachillerato... y se me hizo en su momento un poco difícil... quizás es tiempo de recordarlo

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  2. Pues ánimo Lola que está muy bien! Supongo que en v.o gana, pero claro...será más complicado. En fin, el caso es leerlo ;)

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