A mí tampoco me gustan los lunes (VIII)

Jornada de sábado de reflexión en Andalucía y Asturias. También la ha terminado siendo para Madrid y Barça en sus respectivos encuentros previos a los cuartos de final de la Liga de Campeones. Empieza lo bueno. Tras el silencio impuesto en la casa merengue -luego de la esperpéntica imagen dada en Villareal tanto por el cuerpo técnico, los jugadores y el arbitrucho Paradas Romero (todo hay que decirlo)-, el equipo blanco quiere hacer ruido en Nicosia para afrontar un partido de vuelta en el Bernabéu sin los agobios normales a estas alturas de competición. El Barça visita Milán que, aunque no es el de Sacchi, tiene peligro; los rojinegros son espoleados por el narigudo sueco amigo de Guardiola, que anda enchufadísimo.

El infierno de Chipre

El infierno del Barça

Sigue la guerra, más que batalla, por el pichichi de la Liga. Me gusta. Messi y Cristiano llevan 35 goles y les quedan todavía nueve partidos para hacer de su lucha un auténtico clásico que quedará, sin duda, para la historia.

Y hablando de números uno, Fernando Alonso lo es, y hay que reconocérselo. Con todo en contra gana el Gran Premio de Malasia y se pone líder del mundial, esperando y rezando a que le mejoren el coche. En la prensa mundial no han escatimado en elogios, hasta le han llamado el Tigre de Malasia, como si del Sandokan de Salgari se tratase. Me gusta su manera de pilotar, es único.

En la segunda, el depor sigue su paso firme hacia Primera; sin pestañear. Ya queda poco para que todo se resuelva. Felicidades para ese depor que hizo soñar a tantos. Ojalá que la historia se repita.

Y no pudimos ver este domingo al Getafe B en el Ángel Carro. No me gusta que, precisamente en la capital del buen comer, el partido sea suspendido por una intoxicación alimentaria debido a una lasaña en mal estado. Seguro que, para más inri, era congelada. Acumulación de partidos para el Lugo, que aún tiene que vérselas con el Castilla y el Tenerife.

Semana interesante la que nos espera, con todo por decidir.Que viene, que viene, eh, eh...