Después del "atragantamiento" de goles de Messi en la Champions y el rugido de los leones en Old Trafford -todavía se oye por allí algún que otro retumbo-, la Liga nos trae, como a menudo últimamente, más polémica arbitral: penalti, mano, penalti, mano, y más penalti, mano.
Leo Messi no es tan importante como Guardiola. No lo digo yo, lo dice el propio jugador. Patidifuso me quedo, pensaba que al fútbol jugaban los futbolistas. ¡Para mear y no echar gota!; el mejor del mundo dice que no es tan importante como el entrenador. Esto no es modestia, ¿o sí?. A mí no me importaría que fuera un poquitín vanidoso. ¿Le dejamos?. Se lo merece.
Penalti vs entrenamiento de huelga general por causa de la Reforma Laboral. Partido importante el que se está jugando en España. Nada que hacer: la decisión está tomada. Pero más vale protestar para que no se piense que, además de tontos, somos unos indolentes.
La afición del Valencia es más dura e inflexible con su equipo que el PP cuando estaba en la oposición. Difícil de contentar la afición che.
Me gusta el comportamiento de Iniesta: es un pedazo futbolista y no anda soltando recaditos sutiles hacia los hombres de negro -o amarillo-.
Me gusta ser un contemporáneo de Cristiano y Messi, así puedo disfrutarlos cada tres días sin la necesidad de tirar de DVD.
No me gusta la lesión de Ricky Rubio. El base se queda sin disputar los Juegos Olímpicos.
No me gustan las actitudes no futbolísticas de Ibrahimovic
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